La OIT anticipa pérdidas de competitividad y puestos de trabajo a nivel mundial, además de afectaciones permanentes en la salud por el cambio climático
El aumento de las temperaturas a nivel global, derivado del cambio climático, amenaza la vida y la salud de millones de trabajadores, además de otros aspectos negativos como la pérdida de competitividad y de puestos de trabajo en todo el mundo.
Así lo advirtieron especialistas convocados por la Organización Internacional del Trabajo ( OIT), que se reunieron en Doha, Qatar, -donde la temperatura alcanza los 40ºC en primavera-, que precisaron que decenas de miles de trabajadores en el mundo murieron de diversas patologías relacionadas con los calores extremos durante las últimas décadas.
El fenómeno del estrés térmico se refiere a un exceso de calor en el cuerpo superior a los niveles que este puede tolerar sin menoscabo de sus capacidades fisiológicas. Es una de las principales consecuencias del calentamiento global, señalan los expertos.
Las previsiones indican que para el año 2030, se perderá anualmente el equivalente de más del 2% del total de horas de trabajo en todo el mundo, ya sea porque hará demasiado calor para trabajar o porque los trabajadores se verán obligados a trabajar a un ritmo más lento.
Productividad
Los especialistas se centraron en los hallazgos del informe “Trabajar en un planeta más caliente: el impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente” elaborado por la OIT, así como en la evidencia de investigaciones más reciente sobre los efectos de la exposición al calor en la salud y recomendaciones de política.
“La ciencia nos dice que todos los Estados pueden hacer más” para luchar contra este fenómeno, afirma Ruba Jaradat, directora de la OIT para los países árabes, en la conferencia dedicada al estrés térmico en el mundo profesional.
“Las temperaturas inusualmente cálidas no sólo están causando trastornos y daños significativos al medio ambiente, sino que su impacto en la salud humana está alcanzando proporciones alarmantes”, declaró Jaradat, quien añadió que el estrés por calor también reduce la productividad de los trabajadores.
Pérdidas
“Estimamos que el 2% del total de horas de trabajo en todo el mundo se perderá cada año, ya sea porque hace demasiado calor para trabajar o porque los trabajadores tienen que trabajar a un ritmo más lento. Se necesita un compromiso más concertado por parte de los gobiernos y los empleadores para prevenir y mitigar el impacto del estrés por calor en los trabajadores de todo el mundo”, remarcó la funcionaria.
Las pérdidas de productividad laboral se calcularon como horas de trabajo equivalentes perdidas debido a un ritmo de trabajo más lento o a una interrupción completa del mismo cuando los niveles de calor son demasiado elevados, indica la OIT.
Según indica el informe del organismo, hasta los 24-26 °C, los trabajadores no disminuyen su ritmo ni sufren una pérdida de su capacidad de trabajo. Sin embargo, por encima de ese nivel, los trabajadores se ralentizan y reducen rápidamente su productividad por hora, con una pérdida que aumenta exponencialmente hasta alrededor de 33-34 °C, nivel en el cual se pierde el 50%de la capacidad de trabajo. Esto significa que, a una temperatura de 33-34 °C, el trabajador produce en una hora tan solo la mitad de lo que habría producido si no hubiera estado sometido a estrés térmico, lo que equivale a media hora de trabajo perdida. Con un WBGT por encima de 38 °C, el trabajo comienza a ser imposible si no se aplica ninguna medida de adaptación (por ejemplo, aire acondicionado), y el nivel de calor puede incluso provocar una hipertermia o la muerte del trabajador.
La Copa Mundial de Fútbol del año pasado en Qatar puso de relieve que alginas personas trabajaban con temperaturas de hasta 50ºC en el verano en los países del Golfo.
El gobierno de Qatar, que se enorgullece de haber adoptado -bajo las presiones internacionales- las reformas más avanzadas del mundo árabe, prohibió desde 2021 el trabajo en exteriores durante los picos de calor del día, de junio a septiembre.
Pero expertos y ONG afirman que el rico emirato podría hacer más.
Afecciones
Los investigadores afirman que el calor extremo y la radiación solar provocan insolación, enfermedades renales, cardíacas y pulmonares, aumentando las tasas de cáncer.
Unos 1.000 millones de trabajadores agrícolas y decenas de millones de trabajadores al aire libre se ven afectados, según la misma fuente.
Los trabajadores de la construcción pueden estar expuestos a suficiente radiación ultravioleta durante 30 o 40 años como para más que duplicar su riesgo de cáncer de piel.
En un estudio de 2020, investigadores taiwaneses advirtieron que las enfermedades renales debidas al calor extremo podrían convertirse en “una de las primeras epidemias debidas al calentamiento global”.
Sin embargo, aún no existe una norma internacional para este problema, a pesar de la preocupación por el cambio climático.
Medidas pendientes
El gobierno estadounidense prometió nuevas pautas en 2021 tras una ola de calor que, según dijo, era “la principal causa de muertes relacionadas con el clima en el país”.
Igualmente afectados, los europeos no han tomado más medidas concretas, a excepción de Chipre, que limita las horas de trabajo, exige descansos extra y ropa protectora cuando las temperaturas superan los 35ºC.
En el resto del mundo, más de 20.000 trabajadores de Centroamérica y unos 25.000 de Sri Lanka murieron en una década por enfermedades renales, según Justin Glaser, responsable de La Isla Network, un centro de investigación especializado.
Pero existen soluciones. Una cooperación entre La Isla Network y empresas azucareras de Centroamérica demostró que los trabajadores cortan 4,75 toneladas de caña de azúcar en nueve horas. Esta cifra aumenta a 6,2 en sólo cuatro horas con mejores descansos, sombra y agua, según las recomendaciones de los expertos.
En Asia, cientos de miles de trabajadores indios de la sal padecen altas tasas de enfermedades renales, afirma Vidhya Venugopal, profesora de salud laboral del instituto Sri Ramachandra de Madrás, una ciudad del sur especialmente afectada. “No tienen cobertura sanitaria”, explicó a la agencia AFP.
En verano, cerca del 80% de ellos sufre enfermedades relacionadas con el calor, mientras que millones de trabajadores del norte industrial de India también corren peligro, añade.
Compromiso
Según la investigadora, India y otros países deben actuar. “La gente se enferma, la gente se muere. Tenemos que asimilar las medidas tomadas por otros países y adaptarlas a nuestra propia cultura”, recalca.
Vidhya Venugopal señala la responsabilidad de los dirigentes empresariales, que se niegan a “perder productividad”. “Esto tiene que cambiar”, insiste.
La organización laboral de la ONU señaló que continúa comprometida con la promoción de condiciones de trabajos seguras y saludables para todos los trabajadores, y que seguirá trabajando con los gobiernos, los interlocutores sociales y otras partes interesadas para abordar los desafíos que plantea el estrés térmico ocupacional, ya que si bien las olas de calor no son tan destructivas como otras amenazas naturales, tales como los huracanes o las inundaciones repentinas, si pueden causar mortalidad y morbilidad.
De hecho, en noviembre de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que más de 15.000 personas murieron en Europa debido a las altas temperaturas.